El examen mundial de solvencia empresarial sitúa a la economía española por detrás de Chile y Malasia, y al mismo nivel que Namibia, Portugal y Grecia.
La solvencia de la economía española todavía genera dudas en el mundo. Los numerosos impagos de deudas por parte de las empresas, que se dispararon en el cuarto trimestre del 2007 y no dejaron de crecer en el 2009, han llevado a las compañías aseguradoras de crédito a cuestionar la idoneidad de España para hacer negocios.
Una de las más importantes, Coface, acaba de otorgar a España la peor calificación de los países europeos en el ranking mundial que elabora a partir de los impagos del sector privado.
Este grupo especializado en las garantías a la exportación, que elabora una prestigiosa guía sobre el riesgo comercial de los países, ha otorgado a España por segundo año consecutivo la calificación A3 con evolución negativa, la más baja de su entorno, tras constatar que la solvencia de sus empresas sigue lastrada por el desplome del negocio inmobiliario, los bajos niveles de producción, la escasez de crédito y los bajos niveles de consumo derivados del aumento del paro. Y los impagos, asegura Coface en su capítulo dedicado a la economía española, «seguirán siendo numerosos» en el 2010.
El examen mundial de solvencia empresarial sitúa a España al mismo nivel que Portugal y Grecia y por debajo del resto de Europa occidental, donde las mejores calificaciones son para Suecia, Suiza y Dinamarca. En relación con otras zonas del mundo, las compañías españolas transmiten en este momento a las aseguradoras de crédito menos confianza, en términos de solvencia, que las de Chile, Corea del Sur, Malasia o Qatar, y la misma que las de Namibia.
El director general de Coface para España y Portugal, Juan Saborido, atribuye las malas notas de España a que «el incremento de los impagos se aceleró claramente en el primer trimestre del 2009», hasta sumar cuatro veces más que antes del estallido de la crisis financiera. El directivo admite, sin embargo, que «hemos visto una reducción sostenida del número de impagados comunicados por nuestros clientes a partir de septiembre del 2009». Ese bajón sería coherente con la evolución macro de la economía española, que registró sus peores cifras a mediados de año.
Fin de la recesión
Las curvas de impagos muestran en estos momentos una clara tendencia a la baja, pero el índice registrado por Coface en España «sigue siendo más alto que el observado a nivel mundial», explicó Saborido. Ese desfase también coincidiría con el hecho de que la economía española todavía no ha mostrado los indicios de recuperación ya exhibidos con claridad por otros países del entorno en los últimos trimestres. El grupo asegurador espera que la «atenuación» de los impagos continúe a medida que se acerque el fin de la recesión, que sitúa a mediados del 2010.
Coface identifica en su guía una serie de «puntos débiles» que juegan en contra de la economía española. Son la hipertrofia del sector de la construcción, las carencias observadas en investigación y formación profesional, la elevada proporción de trabajadores con contratos temporales, el escaso índice de natalidad, la dependencia del capital extranjero que padecen muchas industrias y una «problemática» gestión del agua. Pero no todo son calabazas. La compañía también señala «puntos fuertes» que le otorgan ventajas de cara a la recuperación: su considerable potencial turístico, los estrechos lazos con América Latina, la eficacia de las redes de transporte, el desarrollo adquirido por las energías solar y eólica y la existencia de grandes grupos con presencia multinacional.
De cara al 2010, la aseguradora prevé que la demanda interna continúe lastrada por el excesivo endeudamiento de las familias y empresas, y los niveles de actividad comprometidos por el batacazo del sector de la construcción. El consumo de los hogares seguirá cayendo en los primeros meses de 2010, igual que la inversión inmobiliaria. Por el contrario, la tasa de ahorro irá en aumento y el paro podría llegar al 20% de la población activa.
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