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martes, mayo 20, 2008

Perú: Tareas pedientes

Una de las primeras veces que las palabras Perú e investment grade sonaron juntas fue en 1995. Esa vez la calificadora de crédito Duff & Phelps otorgó la citada calificación, que significa bajo riesgo de no pago, a una emisión de US$ 48 millones de papeles comerciales del Banco de Crédito del Perú respaldada por cuentas por cobrar de tarjetas Visa. Desde entonces, el país comenzó un largo, y a veces interrumpido, coqueteo con las agencias calificadoras de crédito que culminó el pasado 2 de abril, cuando Fitch otorgó el cotizado grado de inversión al país. En el intertanto, Perú vio a un presidente huir del país y a otro caer a niveles insospechados de impopularidad; estuvo a punto de elegir a un mandatario nacionalista, y vivió el retorno de un ex presidente cuyo primer gobierno estuvo marcado por la hiperinflación y el default de su deuda pública.


Paradójicamente, el grado de inversión es un premio a la responsabilidad del gobierno de Alan García. Su segundo período ha estado marcado por la prudencia y el buen manejo fiscal, con libre flotación del tipo de cambio y una política monetaria clara de metas inflacionarias.


La apuesta ahora es cuándo las otras grandes calificadoras, Standard & Poor’s (S&P) y Moody’s, se sumarán a Fitch. Recién entonces, dice un analista de deuda de mercados emergentes en Nueva York que pidió el anonimato, los inversionistas institucionales internacionales podrán llevar sus fondos al país y se verán efectos en el mercado de capitales peruano. S&P tiene a Perú un grado bajo el investment grade, mientras que Moody’s lo tiene dos.


Porque las agencias de crédito no dictan al mercado, sino que es al revés. Desde comienzos de 2007, el índice IGBVL de la Bolsa de Lima subió un 86% hasta el 15 de octubre, para luego cerrar el año con un alza de 46%. En el primer trimestre de 2008 el índice cerró con una baja del 0,8%. Analistas de mercado coinciden en que el alza de 2007 fue en gran parte motivada por las expectativas de que el investment grade llegaría tarde o temprano.


Pero cuando llegó, lo hizo en un momento no muy beneficioso a nivel mundial. “Uno esperaría después de esto que los bancos internacionales se acercaran a las grandes empresas peruanas para ofrecer créditos a menores tasas”, dice Carlos García, director gerente del banco de inversión local Summa. “Pero no hemos visto que esto suceda, debido a la crisis financiera mundial. De hecho, los grandes bancos están más interesados en desembarazarse de créditos en su balance, así que los efectos positivos recién se verán a mediano o largo plazo”.


De hecho, más allá de un repunte en los días inmediatamente posteriores al anuncio de Fitch, el volumen de transacciones en la Bolsa de Valores de Lima sigue siendo bajo, con poco más de US$ 30 millones (unos 90 millones de soles) por día en el último mes. Muy poco si se compara con el promedio de US$ 3.300 millones diarios de Bovespa, la bolsa de São Paulo, en marzo pasado, o incluso con el volumen de US$ 110 millones que puede alcanzar la Bolsa de Santiago de Chile en un día de baja actividad. Además, las opciones que da la bolsa son pocas, ya que demasiadas de sus empresas listadas son mineras. El 80% de las acciones del índice MSCI Perú están vinculadas a los commodities.


Pero los efectos positivos llegarán. “La apertura de las empresas peruanas al mercado de capitales se incrementará considerablemente”, dice Juan Manuel Benites, jefe del Centro de Investigación Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima. Explica que el atractivo del mercado de capitales es evidente, ya que sólo las empresas más grandes en Perú pueden acceder a las tasas de interés más bajas. “Los bancos hasta ahora hemos satisfecho las necesidades de las empresas peruanas, pero esto va a ir cambiando, pues las empresas están llegando a su capacidad instalada y tienen que seguir creciendo, por lo que requerirán capital”, dice Walter Bayly, gerente general del Banco de Crédito del Perú, quien también cree que habrá más interés en los mercados de capitales. “Los bancos les hemos prestado hasta donde podíamos”.


El grado de inversión también afectaría al mercado de deuda local. “Pavimenta el camino para emisiones de deuda corporativa y además beneficiará al gobierno, que podrá aprovechar de recomprar deuda y emitir a menores tasas, construyendo su curva de rendimientos”, agrega el analista de deuda soberana de mercados emergentes en Nueva York.


Un reto para el desarrollo del mercado de capitales en Perú será la reticencia a divulgar información de las empresas locales, dice Jorge Medina, country manager en Perú de la consultora Ernst & Young. “Somos un país con inversiones por lo general de carácter familiar y con un alto grado de desconfianza. Hasta hace poco muchas empresas todavía dudaban en hacer sus notas al estado financiero por temor a que la competencia vaya a enterarse de cosas”. Además, abrir las empresas al mercado de capitales en Perú es un proceso tedioso. “Se deberían facilitar mucho más los procesos”, dice Medina, quien agrega que sólo el 12% de las empresas top en Perú han abierto sus capitales al mercado bursátil. 


Es en el lado de inversión externa directa donde Perú podrá ganar más. Según un reporte de Merrill Lynch, preparado por el economista Alejandro Cuadrado, Perú aún tiene niveles de inversión extranjera directa menores que Chile y México (los otros dos países con grado de inversión en la región) y que Argentina, Brasil o Colombia (países sin grado de inversión). Medida como porcentaje del producto interno bruto, la inversión extranjera directa en Perú es también menor que la de Panamá, Costa Rica y Uruguay.


Cuadrado dice que la inestabilidad política e institucional pesa directamente en la inversión extranjera, aunque hay factores positivos, ya que la menor base permitirá que la inversión extranjera directa tenga un mayor peso en el crecimiento de la economía a futuro. De hecho, empresas internacionales están planeando invertir unos US$ 9.000 millones en el sector minero peruano hasta 2011.


Los riesgos vienen de la fragilidad social y política y la desigualdad, que lleva al surgimiento de candidatos presidenciales populistas como Ollanta Humala. Además, el enfoque en la economía local parece estar en el control de la inflación, ya que a pesar de que el grado de inversión debiera resultar en menores tasas de interés, éstas han subido recientemente, y Merrill Lynch cree que esta tendencia restrictiva se mantendrá en el corto plazo.


Todo parece ser una cosa de mal timing. Cuando Alan García asumió el mandato, dijo que el grado de inversión era una de las metas oficiales de su gobierno y lo logró en menos tiempo del previsto. Hay que reconocer que nadie presagiaba que habría una crisis financiera mundial para cuando se lo otorgaran. Pero, como resume Medina, de Ernst & Young, “que estamos en el camino adecuado, lo estamos”. El futuro se ve auspicioso.

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.