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martes, enero 30, 2007

La poca seriedad de los periodistas peruanos

Nota: El siguiente, es un artículo publicado por el periodista peruano Cesar Hildebrandt en el diario La Primera, de Perú. Pero antes, les invito a ver lo que opinaba este mismo periodista en la TV peruana hace unos pocos meses.

Cesar Hildebrandt sobre el límite marítimo chileno-peruano
http://www.youtube.com/watch?v=0PkqIacXC0Y
http://www.youtube.com/watch?v=_YzP9WOlbqE


La cruz del sur


Chile insiste en considerar su zarpazo fronterizo como vigente. Ayer, El Mercurio señalaba que la delimitación chilena del mar “es la misma que hizo Chile ante Naciones Unidas por la Convención del Mar en 2002, y que se repite en la Ley de Pesca de Chile de 1991”.

Y por eso la cancillería chilena ha sido “enfática” –el adjetivo es de El Mercurio– “en señalar que el fallo ‘no afecta’ la definición y posición jurídica invariable de Chile respecto de los límites terrestre y marítimo con el Perú, refrendados por diversos tratados internacionales plenamente vigentes” –la cita completa es del mismo diario chileno–.

Es decir, lo único que ha hecho el Tribunal Constitucional de Chile ha sido señalar que el proyecto de creación de la región Arica y Parinacota no guarda “relación directa con las ideas matrices o fundamentales del proyecto original del Ejecutivo sobre la materia” (inciso segundo del artículo primero de la resolución del TC de Chile).

Ni en el dictamen del TC ni en las referencias de la cancillería chilena ni en la crónica de El Mercurio se hace alusión alguna al único tratado citable, a la fuente indiscutible y primordial de todo derecho fronterizo entre Perú y Chile: el tratado de 1929, que rindió Arica a la soberanía de Chile después de la infame política de erradicación de lo peruano ejercida por Chile en la provincia cautiva y la devolución de Tacna a la vitalicia y sin recortes soberanía del Perú.

Eso es lo que Chile está desconociendo. Por eso se ha armado como se ha armado. Por eso ha exhibido su musculatura militar cada vez que ha podido. Por eso está pensando rematarle a nuestro vecino Ecuador, y a precio bobo, los aviones Mirage que hoy le sobran dado su inmenso poderío aéreo. Por eso se ha encargado de roer Torre Tagle hasta dejarla como está: en manos de un lelo que recibe órdenes de un conspicuo ignorante en materia de relaciones históricas con Chile.

La situación es de cuidado. En la misma crónica de El Mercurio que hemos citado el diputado derechista de la UDI Iván Moreira dijo poco menos que para qué crearse problemas si todo está claro con la ley de Pesca de 1991, jamás vetada por el Tribunal Constitucional de Chile.

“Dicha ley establece en su artículo 25 –recuerda El Mercurio– que parte del mar presencial (de Chile) se prolonga desde el paralelo del hito Nº 1 de la línea fronteriza internacional que separa Chile y Perú, hasta el polo sur, similar a lo que fija la ley de creación de la XV Región, que también toma el hito Nº1 como una de sus referencias. “¿Por qué esta ley no fue declarada inconstitucional si se están fijando límites? Claramente es una contradicción”, señaló el parlamentario”.
Hasta aquí la cita de El Mercurio.

¿Alguien puede dudar de que se vienen tiempos duros en nuestras relaciones con el enemigo ancestral y siempre renovado del Perú?

¿Cómo puede el doctor García, jefe del gobierno más prochileno de la historia, decir que con el dictamen del TC chileno todo está resuelto?

Chile ha olido, otra vez, debilidad, masoquismo, sobras de cobardía en el Perú. Su respuesta es confirmar que modifica la frontera marítima y avisarnos que llevará ese trazado a tierra firme en el momento que lo considere adecuado.

Chile desconoció el Tratado de Ancón, que estableció la realización, diez años después de su firma, de un plebiscito para determinar la nacionalidad definitiva de Tacna y Arica. Desconoció también la contemplada figura del arbitraje, al que se negó de mil maneras. Y desconoció los derechos humanos de los peruanos en Arica y Tacna, a los que maltrató despojándolos de todos sus derechos ciudadanos.

Cuando llegó 1893, año del plebiscito fijado en 1883, Chile sostuvo que el espíritu del Tratado de Ancón era otro. Y se quedó con Tacna y Arica hasta 1929. En 1882, en la cámara de diputados de Chile, el canciller Balmaceda dijo: “Razones históricas, legendarias, geográficas e industriales, hacían necesario llevar la guerra a su último término. En el litoral del Pacífico de la América del Sur no hay sino dos centros de acción y progreso: Lima y Callao; Santiago y Valparaíso. Es necesario que uno de esos centros sucumba para que el otro se levante. Por nuestra parte necesitamos a Tarapacá como fuente de riquezas y a Arica como punto avanzado en la costa”(1).
Punto avanzado en la costa. Fijarse en el término.

En 1872 Chile auspició la revolución del boliviano Quintín Quevedo bajo la promesa de que, si triunfaba, cedería a los chilenos Atacama, a cambio de lo cual Chile respaldaría a Bolivia para que ésta tomara por las armas el litoral peruano de Iquique y Arica(2).

Desesperado ante las artimañas tenebrosas de la diplomacia de Chile, en su libro de 1919 Nuestra cuestión con Chile, Víctor Andrés Belaúnde, ilustre ascendiente del actual ministro de relaciones exteriores, escribió: “…Quiere la América… resolver el problema del Pacífico, que durante treinta y cinco años ha perturbado la paz continental y la continuará perturbando si Chile no es obligado a cambiar su inveterada actitud de pueblo delincuente”.

El doctor García ha nombrado a un amigo casi chileno como embajador del Perú en Santiago y a un canciller casi global para dirigir, con él, la política exterior. Cuando surge de la más invicta ignorancia, como es el caso del doctor García, la incompetencia en asuntos exteriores puede tener atenuantes. Cuando esa incompetencia surge de una enterada debilidad que no honra a sus ancestros, como es el caso del señor canciller, el asunto puede tener visos de traición.

(1) Historia de la guerra del Pacífico. Carlos Paz Soldán.
(2) La cuestión del Pacífico. Víctor Maúrtua.


http://www.laprimera.com.pe/noticia.php?IDnoticia=38009

La poca seriedad de los periodistas peruanos

Nota: El siguiente, es un artículo publicado por el periodista peruano Cesar Hildebrandt en el diario La Primera, de Perú. Pero antes, les invito a ver lo que opinaba este mismo periodista en la TV peruana hace unos pocos meses.

Cesar Hildebrandt sobre el límite marítimo chileno-peruano
http://www.youtube.com/watch?v=0PkqIacXC0Y
http://www.youtube.com/watch?v=_YzP9WOlbqE


La cruz del sur


Chile insiste en considerar su zarpazo fronterizo como vigente. Ayer, El Mercurio señalaba que la delimitación chilena del mar “es la misma que hizo Chile ante Naciones Unidas por la Convención del Mar en 2002, y que se repite en la Ley de Pesca de Chile de 1991”.

Y por eso la cancillería chilena ha sido “enfática” –el adjetivo es de El Mercurio– “en señalar que el fallo ‘no afecta’ la definición y posición jurídica invariable de Chile respecto de los límites terrestre y marítimo con el Perú, refrendados por diversos tratados internacionales plenamente vigentes” –la cita completa es del mismo diario chileno–.

Es decir, lo único que ha hecho el Tribunal Constitucional de Chile ha sido señalar que el proyecto de creación de la región Arica y Parinacota no guarda “relación directa con las ideas matrices o fundamentales del proyecto original del Ejecutivo sobre la materia” (inciso segundo del artículo primero de la resolución del TC de Chile).

Ni en el dictamen del TC ni en las referencias de la cancillería chilena ni en la crónica de El Mercurio se hace alusión alguna al único tratado citable, a la fuente indiscutible y primordial de todo derecho fronterizo entre Perú y Chile: el tratado de 1929, que rindió Arica a la soberanía de Chile después de la infame política de erradicación de lo peruano ejercida por Chile en la provincia cautiva y la devolución de Tacna a la vitalicia y sin recortes soberanía del Perú.

Eso es lo que Chile está desconociendo. Por eso se ha armado como se ha armado. Por eso ha exhibido su musculatura militar cada vez que ha podido. Por eso está pensando rematarle a nuestro vecino Ecuador, y a precio bobo, los aviones Mirage que hoy le sobran dado su inmenso poderío aéreo. Por eso se ha encargado de roer Torre Tagle hasta dejarla como está: en manos de un lelo que recibe órdenes de un conspicuo ignorante en materia de relaciones históricas con Chile.

La situación es de cuidado. En la misma crónica de El Mercurio que hemos citado el diputado derechista de la UDI Iván Moreira dijo poco menos que para qué crearse problemas si todo está claro con la ley de Pesca de 1991, jamás vetada por el Tribunal Constitucional de Chile.

“Dicha ley establece en su artículo 25 –recuerda El Mercurio– que parte del mar presencial (de Chile) se prolonga desde el paralelo del hito Nº 1 de la línea fronteriza internacional que separa Chile y Perú, hasta el polo sur, similar a lo que fija la ley de creación de la XV Región, que también toma el hito Nº1 como una de sus referencias. “¿Por qué esta ley no fue declarada inconstitucional si se están fijando límites? Claramente es una contradicción”, señaló el parlamentario”.
Hasta aquí la cita de El Mercurio.

¿Alguien puede dudar de que se vienen tiempos duros en nuestras relaciones con el enemigo ancestral y siempre renovado del Perú?

¿Cómo puede el doctor García, jefe del gobierno más prochileno de la historia, decir que con el dictamen del TC chileno todo está resuelto?

Chile ha olido, otra vez, debilidad, masoquismo, sobras de cobardía en el Perú. Su respuesta es confirmar que modifica la frontera marítima y avisarnos que llevará ese trazado a tierra firme en el momento que lo considere adecuado.

Chile desconoció el Tratado de Ancón, que estableció la realización, diez años después de su firma, de un plebiscito para determinar la nacionalidad definitiva de Tacna y Arica. Desconoció también la contemplada figura del arbitraje, al que se negó de mil maneras. Y desconoció los derechos humanos de los peruanos en Arica y Tacna, a los que maltrató despojándolos de todos sus derechos ciudadanos.

Cuando llegó 1893, año del plebiscito fijado en 1883, Chile sostuvo que el espíritu del Tratado de Ancón era otro. Y se quedó con Tacna y Arica hasta 1929. En 1882, en la cámara de diputados de Chile, el canciller Balmaceda dijo: “Razones históricas, legendarias, geográficas e industriales, hacían necesario llevar la guerra a su último término. En el litoral del Pacífico de la América del Sur no hay sino dos centros de acción y progreso: Lima y Callao; Santiago y Valparaíso. Es necesario que uno de esos centros sucumba para que el otro se levante. Por nuestra parte necesitamos a Tarapacá como fuente de riquezas y a Arica como punto avanzado en la costa”(1).
Punto avanzado en la costa. Fijarse en el término.

En 1872 Chile auspició la revolución del boliviano Quintín Quevedo bajo la promesa de que, si triunfaba, cedería a los chilenos Atacama, a cambio de lo cual Chile respaldaría a Bolivia para que ésta tomara por las armas el litoral peruano de Iquique y Arica(2).

Desesperado ante las artimañas tenebrosas de la diplomacia de Chile, en su libro de 1919 Nuestra cuestión con Chile, Víctor Andrés Belaúnde, ilustre ascendiente del actual ministro de relaciones exteriores, escribió: “…Quiere la América… resolver el problema del Pacífico, que durante treinta y cinco años ha perturbado la paz continental y la continuará perturbando si Chile no es obligado a cambiar su inveterada actitud de pueblo delincuente”.

El doctor García ha nombrado a un amigo casi chileno como embajador del Perú en Santiago y a un canciller casi global para dirigir, con él, la política exterior. Cuando surge de la más invicta ignorancia, como es el caso del doctor García, la incompetencia en asuntos exteriores puede tener atenuantes. Cuando esa incompetencia surge de una enterada debilidad que no honra a sus ancestros, como es el caso del señor canciller, el asunto puede tener visos de traición.

(1) Historia de la guerra del Pacífico. Carlos Paz Soldán.
(2) La cuestión del Pacífico. Víctor Maúrtua.


http://www.laprimera.com.pe/noticia.php?IDnoticia=38009
ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.