Hasta tiene nombre: “Computer Vision Syndrome” (CVS). En la práctica, no es más que la visión borrosa, dolor, cefalea, “ojo rojo” y sensación de cuerpo extraño ocular, entre otros malestares que se producen debido al “exceso de pantalla”.
Y precisamente, el número de horas que la persona está frente al monitor tiene relación directa con el grado de intensidad de estos síntomas, según explica el doctor Marcelo Césped, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Regional de Antofagasta.
Nuestra vista se esfuerza menos cuando se enfocan textos impresos, que tienen sus contornos bien definidos. En cambio, los caracteres en una pantalla de computador son más brillantes en el centro, pero esta luminosidad disminuye hacia las orillas, lo que según indica el sitio AllAboutVision, hace que nuestros ojos tengan que trabajar el doble para mantenerse en posición y con el texto enfocado, ya que tienden a moverse constantemente hacia un punto conocido como RPA (Resting Point of Accomodation).
Cómo prevenir
Pero hay buenas noticias para los “gamers” empedernidos y para aquellos que trabajan necesariamente frente a un computador, ya que existen varias recomendaciones y sencillos ejercicios para evitar estos males.
El especialista: Lo primero es realizarse un examen oftalmológico para detectar si existe alguna enfermedad ocular. El médico Marcelo Césped explica que los defectos de los más jóvenes se pueden corregir mediante lentes ópticos o de contacto, incluso realizando cirugía láser. En cuanto a los mayores de 40 años, pueden ir perdiendo la visión intermedia y cercana lo cual dificulta el enfoque de la pantalla. La solución son lentes con enfoque de visión intermedia y multifocales progresivos (siempre recetados por un médico).
El especialista enfatiza que las personas que usan lentes y trabajan frente a una pantalla, deben aplicarles una cobertura antirreflejo para evitar los deslumbramientos y brillos.
Recomendaciones técnicas: También es importante trabajar en un ambiente adecuado: “Hay que evitar el exceso de luminosidad ambiente. De este modo se logra mejor contraste con la pantalla”, asegura el oftalmólogo.
La manera como ubicamos el monitor también influye, pues según el especialista éste debe estar a una distancia entre 50 a 70 centímetros y perfectamente frente a nuestros ojos, para verla sin necesidad de mover el cuello: “Idealmente entre 10 a 23 centímetros bajo nuestro horizonte de mirada”. Hay que impedir que a la pantalla le lleguen fuentes de luz, como por ejemplo de las ventanas. Una solución para esto es usar cortinas y protectores antirreflejo.
En cuanto al tamaño de la letra, Césped indica que el ideal es el triple del tamaño mínimo que podemos leer. Asimismo, fondo blanco y caracteres negros aseguran el mejor contraste.
Además, es necesario configurar correctamente las características técnicas del monitor, por ejemplo, la tasa de refresco debiera ser de 70 Hertz o superior, con una resolución de 800 x 600. El médico recomienda preferir pantallas LCD porque producen menos reflejos y con un “Dot Pitch” de 0.28 mm o inferior.
El “Dot Pitch” afecta la nitidez del display, por eso mientras menor sea el número mejor será la nitidez de la imagen. La mayoría de los monitores tiene un “Dot Pitch” entre 0.25 mm y 0.28mm.
Ejercicios: Cuando se trabaja largas jornadas frente al computador o se es un adicto a los videojuegos, es necesario tomarse 10 minutos de descanso cada una hora y utilizar la visión de lejanía: “Esto se logra mirando a través de una ventana a la distancia. También hay que parpadear, pues la atención que prestamos al monitor disminuye en tres a cinco veces la frecuencia del pestañeo, ocasionando evaporación rápida de la lágrima que es mayor aún en ambientes secos, contaminados o con aire acondicionado”, explica Césped.
Esta disminución de la frecuencia normal del parpadeo ocasiona una sensación de sequedad o cuerpo extraño ocular, que se puede prevenir con el uso de lágrimas artificiales lubricantes. Eso sí, Césped enfatiza que éstas difieren de los descongestionantes cuyo efecto es quitar el rojo pero no lubrican y, por lo tanto, no son recomendables.
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